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domingo, agosto 10, 2008

Disfruta del descenso del Sella

El Descenso Internacional del Sella es una fiesta deportiva llena de música, jolgorio y colorido que se ha convertido en una de las citas más importantes del piragüismo mundial. La prueba se celebra todos los años los primeros sábados de agosto, excepto, como dice la tradición, aquellos años en que coincida con el día 2. Por eso, esta 72 edición, se celebró el sábado día 9.

La localidad de Arriendas (Asturias), tiene una población de unos 2.500 habitantes, y que este fin de semana se ha multiplicado, 400.000 personas han acudido al descenso del Sella que se considera más que una prestigiosa competición deportiva. Miles de palista se inscriben para participar en la carrera, entre ellos, los mejores del mundo (excepto los que se encuentran en Pekín 2008) que representan a casi una veintena de países. Todos ellos luchan por ser los primeros en recorrer el trayecto de 20 kilómetros que separan los puentes de Arriondas y Ribadesella.

Tras ellos, miles de piragüistas aficionados y con ganas de juerga se lanzarán al río para cumplir con la tradición, mientras, en la orilla, decenas de miles de personas se divierten, gritan y animan a los deportistas a la vez que corre la sidra sin medida. El cauce del Sella se llena de colorido y alegría.

La Fiesta de las Piragüas es de Interés Turístico Internacional y va más allá de la competición en sí, ya que arranca el viernes por la noche en Arriondas y finaliza al amanecer del domingo en Ribadesella.

A las 11 h., mientras los palistas se preparan en el río, por las calles de Arriondas comienza un desfile de una multitud disfrazada como si fueran carnavales que pasea junto a vehículos engalanados y grupos folclóricos hasta acabar en las inmediaciones del río. Y a las 12 h. se canta el 'Asturias, patria querida', se leen los tradicionales versos que marcan la salida y se inicia la competición, provocando la estampida hacia el agua de las embarcaciones.

A lo largo del recorrido, para que los asistentes puedan seguir la carrera, pueden tomar unas sidrinas en los numerosos chiringuitos abiertos en las orillas del Sella. En Ribadesella, acaba la competición, y todo el mundo se traslada a los Campos de Oba, en Llovio, donde se entregan los trofeos a los ganadores y se celebra la tradicional comida campestre compuesta de fabes y arroz con leche, además de recibir un relajante masaje que te evite tener que esperar hasta acudir a tu clínica de fisioterapia.